¿Qué esperábamos de estos barrios de Singapur?
Después de investigar un poco, entendimos que Singapur no solo es sinónimo de modernidad (como os contamos en el post anterior), sino que también está compuesto por barrios muy marcados culturalmente. Al principio pensábamos que estos barrios estarían más separados entre sí, pero en realidad conviven puerta con puerta, colindando en las mismas calles.
Nosotros, de hecho, nos alojamos en uno de ellos, y fue una experiencia de lo más curiosa. Así que no teníamos tiempo que perder: estábamos decididos a conocer todos los rincones que tenían que ofrecernos.
Visitando Little India
Como os contábamos en el primer post de Singapur, elegimos alojarnos en el barrio indio. Fue por una razón sencilla: queríamos evitar un alojamiento con un precio desorbitado o tener que compartir habitación con otras personas.
Así fue como descubrimos que el barrio indio de Singapur se ha convertido en una opción cada vez más popular entre viajeros, mochileros y backpackers. Y aunque no es la única zona, si queréis precios aún más bajos (aunque en habitaciones compartidas más tipo hostel), la zona árabe también ofrece muchas alternativas.
Este barrio fue todo un descubrimiento. Puede que alguien que haya estado en la India piense que exageramos, pero para nosotros, que aún no hemos tenido el privilegio de visitarla, fue como estar allí. Rodeados de sus colores, sus adornos, sus rituales, su religión, sus creencias… y su bonito caos.
Sin exagerar, no habíamos caminado ni dos minutos cuando ya vimos carteles escritos en hindi, comercios regentados por indios y uno de los templos hindúes más importantes de la ciudad: el Sri Veeramakaliamman Temple. Estábamos en lo que llaman Little India, y aunque en un primer momento nos pareció un nombre un poco osado, en cuanto pasas cinco minutos allí… ¡lo entiendes!.



Además del templo, encontrarás el Tekka Centre, una especie de centro comercial donde puedes comprar productos típicos de la India y comer comida tradicional.
También destaca el Tan Teng Niah, una casa de estilo colonial pintada con todos los colores del arcoíris, que deja boquiabierto a cualquiera que pase por delante. Un poco más alejado del corazón del barrio se encuentran dos templos budistas: el Leong San See Temple y el Sakya Muni Buddha Gaya Temple.
Durante toda la visita a Little India, o al menos mientras le dediques algo de tiempo, tendrás la sensación de no estar en Singapur. Y es que, más allá de los turistas, te verás completamente rodeado de cultura india. Si ya has estado en la India, puede que te resulte familiar. Y si no, como nos pasó a nosotros, fue una manera muy realista de acercarse a ella por primera vez.
Visitando Kampong Glam
El siguiente barrio que queremos destacar dentro de esta gran ciudad es el barrio árabe. Y es que, andando apenas unos 10 minutos desde Little India, llegamos a lo que parecía un auténtico oasis entre los grandes rascacielos. Nos encontrábamos en el barrio árabe: una serie de casas de no más de dos pisos, calles adoquinadas, aceras tranquilas y una calma que nos hizo preguntarnos… ¿seguimos en Asia?
Paseando por sus calles, con el justo nivel de movimiento entre teterías, tiendas de cerámica y decoración estilo zellige, nos topamos con su imponente mezquita. La verdad es que, desde fuera, impresiona bastante y crea un contraste muy potente con la imagen moderna de la ciudad. Aunque siendo sinceros… la mezquita, una vez dentro, nos dejó un poco “sin más”.






Este barrio es mucho más pequeño en tamaño que Little India y la sensación es que también lo es en población. Eso hace que la inmersión sea algo más superficial, más parecida a una visita turística que a una experiencia cultural profunda. Aun así, sus casitas bajas, sus callejuelas adoquinadas, los colores y detalles de sus fachadas y el ambiente tranquilo te transportan, aunque solo sea un instante, a un cuento de Las mil y una noches (sí, el de Disney también cuenta).
Visitando Chinatown
Y después de un paseo, esta vez algo más largo, llegamos a lo que parecía un templo chino. No habíamos visto ninguna señal ni indicación de que hubiésemos entrado en el barrio chino, pero, de pronto, como si apareciera de la nada, se alzó frente a nosotros el imponente Buddha Tooth Relic Temple and Museum. Sin quererlo, ya estábamos de lleno en el corazón de Chinatown.
Este templo, de dimensiones épicas y con un interior que no se queda atrás, nos dejó claro el peso que tiene la comunidad china en esta ciudad. Justo detrás de él, nos esperaba una plaza animada, y al otro lado, un mercado donde vivir la experiencia con los cinco sentidos: Chinatown Hawker Center y el Chinatown Complex, dos lugares imprescindibles para sumergirse en los sabores, olores y colores de la cultura china.






Caminando por callejuelas, encontramos rincones que nos parecieron de lo más auténtico. Calles como Smith St o Pagoda St nos dejaron muy claro dónde estábamos… aunque entre ellas fueran completamente distintas. Y como en cada rincón de Singapur, este barrio también guardaba sorpresas. Porque, aunque predominaba la cultura china, también encontramos templos hindúes como el Sri Mariamman Temple o mezquitas como Masjid Jamae.
Así que sí, el Chinatown de Singapur te transportará a la China más profunda. Y aunque estamos acostumbrados a encontrar barrios chinos en muchas grandes ciudades (especialmente en el Sudeste Asiático), quizás aquí cobren una importancia y presencia especial.
Reflexión sobre la parte más cultural de Singapur
Después de pasear por cada uno de los barrios, y entre ellos, nuestra sensación fue clara tanto a nivel individual como en conjunto. A nivel general, es evidente que Singapur es una ciudad construida a partir de migrantes. Personas que llegaron desde diferentes rincones del mundo y que, juntas, fueron moldeando esta ciudad-estado hasta convertirla en lo que es hoy. Y cada uno de ellos trajo consigo algo valiosísimo: su cultura, sus tradiciones, su manera de vivir… Ese crisol cultural es lo que convierte a Singapur en un lugar tan único.
El barrio indio nos teletransportó directamente a cualquier ciudad de la India. Sus calles, el caos, los colores llamativos de las ofrendas, los templos vibrantes… Por momentos, parecía que entre aquellas calles no existían los rascacielos, ni los coches de lujo, ni el ritmo acelerado de la ciudad moderna. Estábamos rodeados de pequeños comercios, tiendas de oro, aromas especiados y rituales que no dejaban indiferente. Un barrio conquistado por indios y turistas, donde vivir de cerca su gastronomía, su espiritualidad y su forma de ver el mundo.
El barrio árabe, por el contrario, nos resultó más tranquilo, más pequeño y también más humilde. Se nota que el número de migrantes de esta cultura fue menor, y eso se refleja en la escala del barrio. Pero eso no lo hace menos especial: calles adoquinadas y peatonales, tiendecitas artesanales, restaurantes con aroma a especias, y coronando el conjunto, su gran mezquita. Es un rincón que se siente como un oasis de calma en medio de la ciudad.
El barrio chino, por último, es un universo en sí mismo. Ya sabemos que el Chinatown está presente en muchas grandes ciudades, pero aquí cobra una dimensión especial. La comunidad china ha tenido un papel fundamental en el desarrollo de Singapur, y eso se nota. Farolillos, templos, medicina tradicional, mercados con patos colgados, tiendas de todo tipo… la sensación es que esta parte de la ciudad ha sido literalmente construida por y para ellos. Hasta la arquitectura parece cambiar cuando entras a esta zona.
¡Nuestra recomendación!
Si vienes a Singapur, tienes muchas formas de disfrutar de la ciudad, pero para nosotros hay una que gana por goleada: caminar. Porque en una ciudad que se ha forjado a base de culturas tan distintas, caminar es como viajar por tres países en un mismo día. Un rato estás en la India, diez minutos después en Turquía, y un poco más allá, en pleno corazón de China. Así que sí, por favor, no te quedes solo con el Marina Bay, el Merlion o la calle de la Fórmula 1. Explora los barrios con alma, los que guardan las raíces de esta ciudad. Es ahí donde Singapur te cuenta su verdadera historia.
Singapur es mucho más que rascacielos: es un mapa cultural vivo donde cada barrio cuenta una historia diferente. Y caminar por ellos, es como viajar por el mundo sin salir de la ciudad.
¿Qué hacer en estos barrios de Singapur?
Imprescindibles
- Sri Veeramakaliamman Temple: el templo más emblemático de Little India, dedicado a la diosa Kali. Su fachada colorida y sus esculturas detalladas narran historias de la mitología hindú, convirtiéndolo en una parada imprescindible para sumergirse en la espiritualidad del barrio
- Tan Teng Niah: una de las casas más fotografiadas de Singapur. Este edificio de madera, pintado con todos los colores imaginables, es el último vestigio de las viviendas tradicionales chinas en Little India y un símbolo del mestizaje cultural del país
- Masjid Sultan: la gran mezquita dorada del barrio árabe, visible desde casi cualquier punto de Kampong Glam. Su cúpula brillante y su atmósfera tranquila contrastan con el movimiento de las calles que la rodean, convirtiéndola en un rincón de paz en pleno centro
- Haji Lane: una de las calles más fotogénicas de Singapur. Murales de colores, tiendas independientes, cafés bohemios y un ambiente relajado hacen de este rincón el alma moderna y creativa del barrio árabe
- Buddha Tooth Relic Temple and Museum: el templo más impresionante de Chinatown. Dedicado una reliquia de Buda (¡su diente!), combina arquitectura tradicional, una atmósfera de recogimiento y un museo que recorre la historia del budismo
- Pagoda Street: la calle más animada de Chinatown, repleta de tiendas, farolillos y souvenirs. A pesar del turismo, aún conserva ese encanto clásico de los barrios chinos, especialmente al atardecer, cuando se encienden las luces rojas
- Maxwell Food Centre: uno de los hawker centres más famosos de Singapur. Aquí se pueden probar platos locales como el chicken rice o los dumplings a precios mucho más razonables que en otras zonas turísticas
Si tienes más tiempo
- Tekka Centre: un mercado local lleno de vida donde conviven puestos de comida india, malaya y china con tenderos que ofrecen de telas y especias. Es el lugar perfecto para probar auténticos hawker dishes entre el bullicio de los vecinos del barrio
- Istana Kampong Glam: antiguo palacio del sultán de Singapur, hoy convertido en el Malay Heritage Centre. Aquí se puede conocer la historia y las raíces de la comunidad malaya mientras se disfruta de un entorno verde y de arquitectura tradicional
- Templo de Thian Hock Keng: uno de los templos más antiguos e importantes de la comunidad china. Dedicado a la diosa del mar Mazu, fue construido sin clavos y conserva una arquitectura espectacular de madera tallada y tejas decoradas
- Masjid Al-Abrar: una pequeña joya escondida en el corazón de Chinatown. Esta mezquita, de las más antiguas de Singapur, representa la presencia musulmana de origen indio en la ciudad y el valor de la convivencia entre religiones y culturas










