
Seguro de viaje: el gasto que ojalá nunca tengas que usar (pero que siempre necesitas)
Te contamos por qué no viajamos sin seguro y cómo elegir el que realmente te protege
¿Contratar un seguro de viaje es tirar el dinero?
Cuando empezamos a viajar y sobre todo cuando empezamos a viajar por libre, teníamos muy claro que queríamos exprimir cada segundo del viaje, pero una de las cosas que siempre teníamos presente era, ¿cómo no?, ahorrar. ¡Está claro que a nadie le gusta tirar el dinero!
Y…no sé vosotros, pero durante un tiempo pensábamos que contratar un seguro de viaje era justo eso: tirar el dinero: ¿para qué vamos a gastar en un seguro de viaje si a lo que vamos es a disfrutar?. Además, nunca nos había pasado nada grave, ¡ya sería muy mala suerte que nos pasara justo en el viaje!. No queríamos desperdiciar dinero en algo que no íbamos a usar.
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Pues lo cierto, es que a veces, sin querer, aprendes las cosas a las malas y te aseguramos que aprenderlas lejos de casa, en otro idioma y sin saber que te pasa no es nada agradable y menos aún cuando te toca pagar una buena cantidad de dinero que para nada tenías presupuestada. Y así es, las cosas pasan y pasan cuando menos te lo esperas.
Así es, nos tocó aprender la importancia de tener alguien que te respalde a la fuerza, por algo tan simple como una gastroenteritis, pero que se puede convertir en una auténtica pesadilla en determinados lugares. ¡Y era algo relativamente sencillo!. Sabemos que estos casos el dinero puede llegar a ser lo de menos, lo cierto es que la consulta y los medicamentos no nos costaron más de 200€, pero…¿y si hubiera sido algo peor?, ¿y si hubiera sido un accidente?, ¿cuánto hubiéramos tenido que pagar si hubiera sido una hospitalización? y, lo peor de todo, ¿y si nos pasara algo que allí no pueden tratar?.
💡No hay peor sensación que necesitar ayuda médica en otro país y no saber por dónde empezar. Créenos: lo hemos vivido.

Tras esto, comenzamos a investigar más a fondo los seguros de viaje, hablamos con amigos aventureros, con auténticos fans del riesgo, empezamos a conocer noticias e historias de otros blogs donde contaban los riesgos de no tener un respaldo y algo cambió para nosotros. A partir de ese momento, no hemos vuelto a viajar sin seguro.
Hoy te contamos porque ya no lo vemos como un gasto sino como una inversión que te puede salvar el viaje
¿Por qué elegir un seguro de viaje?
Puede que ya nos conozcas o que hayas llegado hasta aquí por casualidad, pero si has leído un poco sobre nosotros, sabrás que además de amar los viajes, Ali estudió seguros y trabajó varios años como consultora en el sector. No lo decimos para que confíes ciegamente, sino porque sabemos lo fácil que es perderse entre las letras pequeñas o creer que estás cubierto… hasta que descubres que no.
Las compañías especializadas en seguros de viaje están pensadas para viajeros como tú y como nosotros. Gente que quiere moverse, explorar y sentirse tranquila. Lo bueno de estas aseguradoras es que suelen contar con gestores o redes de asistencia en decenas de países, lo que se traduce en gestiones más rápidas y eficaces, incluso cuando estás lejos de casa y solo tienes tu móvil y una conexión dudosa.
Sabemos que mucha gente viaja con el seguro médico de su país o con la póliza de salud que incluye su contrato de trabajo, pero sentimos decirlo: no suelen funcionar igual. En la mayoría de casos, te tocará adelantar el dinero, tramitar la devolución y esperar. Y créenos, cuando estás enfermo en otro país, explicando síntomas en otro idioma, lo último que quieres es hacer papeleo.
Por eso, si quieres viajar tranquilo, busca compañías especializadas en viajes -por suerte, no son pocas. Nosotros hemos probado varios seguros de diferentes compañías y ahora viajamos con Heymondo, aunque no es la única opción. También hay grandes compañías como IATI, Chapka o incluso AXA, que han adaptado sus seguros a viajeros independientes.

🧭 Elijas la compañía que elijas, asegúrate de que cumpla con las coberturas que realmente necesitas.
Desde que entendimos no solo la importancia, sino la diferencia entre las compañías, viajar sin seguro dejó de ser una opción. No se trata de tener miedo, sino de poder disfrutar con tranquilidad, sabiendo que, si pasa algo, no estás solo.
¿En qué me tengo fijar al contratar un seguro de viaje?
Encontrar un buen seguro de viaje no es tan simple como contratar el más barato y olvidarse. Claro, puede parecer que con cualquier póliza ya estás cubierto, pero… sentimos decirte que no todo funciona así: ¿sabes realmente en qué estás cubierto? ¿Te reembolsará los vuelos perdidos? ¿Qué pasa si tu maleta termina en otro país? ¿Y si tienes que ir al hospital?
Todas esas preguntas pueden sonar aburridas, lo sabemos y sinceramente, para nosotros lo son. Pero créenos: pensarlas antes te ahorrará dolores de cabeza durante el viaje. Después de probar distintas compañías, hemos aprendido que la diferencia no está solo en lo que cubren, sino en cómo responden cuando las cosas se tuercen.
💡 Nuestro consejo: las dos preguntas que te tienes que hacer antes de contratar son:
1️⃣ ¿Cuánto tardarán en responderme?
2️⃣ ¿Tendré que adelantar dinero en caso de emergencia?
Para nosotros existen una serie de coberturas que consideramos totalmente indispensables y sin las cuales no nos sentimos cómodos viajando. Por suerte, la mayoría de los seguros cuentan además con una serie de coberturas que pueden ayudarte aún más y que dependiendo del tipo de aventura, pueden ser perfectas para ti.
Para tu tranquilidad y seguridad
- Gastos médicos: asegúrate una cobertura alta. Varía en función de la duración del viaje, el destino y las actividades a realizar. Ten en cuenta que una simple consulta puede superar los 200€, una noche de hospital 1.000 € y una prueba más compleja, varios miles. No es cuestión de asustar, pero sí de viajar tranquilo sabiendo que estarás cubierto.
- Atención 24×7: tu seguro debe ofrecer atención inmediata y en tu idioma. Los mejores incluyen chat médico, videollamadas y asistencia por app o teléfono. Olvídate de perder tiempo buscando hospitales o explicando síntomas sin entenderte bien.
- Cancelación o interrupción del viaje: es una cobertura cada vez más habitual y muy recomendable. Si por enfermedad, accidente o causa justificada no puedes viajar (o debes volver antes), el seguro te devuelve los gastos no recuperables de vuelos o alojamiento.
- Repatriación (enfermedad /fallecimiento): es una cobertura que preferimos no imaginar, pero es imprescindible. Garantiza que, si la situación se complica, un avión sanitario pueda trasladarte a tu país para recibir atención médica y por supuesto, estar cerca de los tuyos.
- Regreso anticipado por hospitalización o fallecimiento de un familiar: aunque se valora muy poco, a veces, los imprevistos no ocurren en el destino, sino en casa. Esta cobertura te permite volver a tu país si un familiar directo enferma gravemente o fallece mientras estás de viaje. El seguro cubre los gastos de regreso para ti y tus acompañantes.
- Deportes de aventura: en función del viaje que hagas, esta cobertura puede ser imprescindible, para nosotros casi siempre lo es, así estarás totalmente cubierto si planeas hacer algunas actividades como el trekking, la escalada, el buceo, etc. Ten en cuenta que algunas aseguradoras las excluyen por defecto o piden declararlas al contratar.
- Asistencia jurídica: si tienes un conflicto jurídico durante el viaje, esta cobertura te da apoyo legal y económico. Parece que tiene poca importancia, pero te puede salvar de altos gastos o situaciones incómodas.
- Responsabilidad civil: te protege si causas daños a terceros o a su propiedad de forma accidental. Los importes pueden ser muy altos, y esta cobertura te cubre ante posibles reclamaciones.
Para proteger tus cosas y prevenir ciertas situaciones:
- Robo y daños al equipaje: después de que tú estés cubierto, tu equipaje también necesita protección. Revisa el importe máximo asegurado y compáralo con el valor real de lo que llevas. Esta cobertura te compensa en caso de robo, pérdida o deterioro de tus pertenencias.
- Búsqueda y envío de equipaje perdido: aunque serán las compañía quienes se encarguen, ya sabemos como funcionan estas cosas. Con esta cobertura el seguro puede encargarse de localizar tu equipaje o y ayudarte con los gastos básicos (ropa, artículos de higiene…) hasta que lo recuperes. Un pequeño detalle que marca la diferencia cuando te toca.
- Retrasos en salida de transporte: si pierdes una conexión por culpa de un retraso anterior, el seguro debe cubrir alojamiento, comidas o nuevo transporte. Muy útil si viajas con itinerarios ajustados o en países con infraestructuras irregulares.
- Envío urgente de documentación: nunca se sabe cuando se te puede olvidar algo importante. Esta cobertura garantiza el envío rápido de documentos esenciales si los pierdes o los necesitas para cruzar fronteras o realizar trámites.
- Servicio de intérprete: si te ocurre algo y no hablas el idioma local, tener acceso a un intérprete puede ahorrarte malentendidos y agilizar cualquier gestión médica o legal, además de darte un extra de confianza
- Daños y robos de objetos electrónicos: seguro que no viajas sin tu kit tecnológico. Revisa si tu póliza incluye daños o robo de estos equipos. Algunas compañías cubren incluso accesorios y cargadores hasta un importe determinado.
- Pérdida de pasaporte o tarjeta: algunos seguros incluyen ayuda y reembolso por los gastos derivados de renovar documentos. Realmente útil si tu viaje implica muchos cruces de fronteras.
¿Contrato un seguro con franquicia?
¡Este es un punto más que interesante! Una franquicia puede ser una buena forma de ahorrar al contratar tu seguro, pero debes tener claro cómo funciona:
si necesitas asistencia médica, pagarás una parte del coste —la cantidad que hayas fijado al contratar—, y el seguro cubrirá el resto.
Nosotros hemos viajado con y sin franquicia, y en ambos casos nos hemos sentido seguros y respaldados, por eso, queremos ayudarte a decidir cuál se adapta mejor a ti.
Elige un seguro SIN franquicia si…
- Sueles enfermar con facilidad (resfriados, otitis, gastroenteritis…) o tienes alguna condición médica previa.
- Vas a realizar actividades con cierto riesgo: deportes de aventura, visitar lugares poco higiénicos (incluidos templos) o entrar en contacto con animales.
- Prefieres olvidarte de adelantar dinero o gestionar papeleo si te pasa algo.
- Quieres tranquilidad total: vas, recibes asistencia y listo.
Elige un seguro CON franquicia si…
- No tienes enfermedades recurrentes ni problemas médicos diagnosticados.
- Quieres ahorrar al contratar el seguro y no te importa pagar una pequeña cantidad cada vez que lo utilices.
- Crees que si ocurre algo leve (una reacción alérgica, un dolor de estómago, una picadura…), el ahorro inicial compensará el gasto.
- Buscas un equilibrio entre precio y cobertura, especialmente si tu viaje es corto o de bajo riesgo.
Recuerda: la franquicia no es ni buena ni mala y nosotros no podemos decidir por ti, pero si queremos ayudarte: simplemente debes valorar si prefieres pagar un poco menos ahora o no tener que preocuparte después.
¿Por qué viajamos con Heymondo?
Sabes que nos gusta contar las cosas tal y como son, sin filtros, y en este caso no iba a ser diferente. Cuando te apasiona viajar —seguro que a ti también te pasa—, terminas hablando con otros aventureros sobre sus experiencias: empiezas por lo bueno, lo regular y siempre acabas hablando de los sustos.
Así fue como llegamos a Heymondo. Ya habíamos oído hablar de ellos e incluso habíamos comparado precios, pero fue la experiencia real de un compañero de Pablo, durante un pequeño problema médico en Asia, lo que nos convenció para probarlo.
Y como suele pasar con las buenas decisiones: vienes por las referencias y te quedas por el trato
Desde entonces, Heymondo nos ha acompañado en todos nuestros viajes, y aunque por suerte no hemos tenido que usarlo demasiado, ha sido suficiente para entender por qué tanta gente lo recomienda: atención rápida, todo en español, gestión por app y sin tener que adelantar dinero.
Además, algo que valoramos mucho es que se nota que está pensado para viajeros reales: puedes ajustar la cobertura según el tipo de viaje, ampliar la duración desde la app si decides alargar tu aventura y acceder a chat médico las 24 horas. Pequeños detalles que, cuando los necesitas, marcan una gran diferencia.
Por eso, aunque tú elijas el seguro que mejor se adapte a ti, nosotros tenemos claro que viajamos tranquilos con Heymondo.
Y si te apetece probarlo, te dejamos aquí nuestro enlace con un 5 % de descuento directo —sin trampas ni letra pequeña— para que tú también viajes sin preocupaciones.

